El mercado inmobiliario entra en un perfecto cuello de botella que mantendrá a flote el precio de la vivienda

El Banco de España ha alertado de un enorme estrangulamiento entre la oferta y la demanda en el mercado de la vivienda que hace que el precio de los inmuebles se resista a caer pese al retroceso de la actividad. Hay escasez de vivienda nueva, falta mano de obra, los costes de construcción siguen al alza y la presión demográfica con la constitución de nuevos hogares impulsará la demanda en los próximos años.

 

El supervisor financiero calcula que al año hay un déficit de más o menos 100.000 viviendas para cubrir las necesidades de la creación de nuevos hogares. Lo más sorprendente es que desde 2018 el stock de vivienda nueva sin vender está estacado en alrededor de 450.000 viviendas.

El mercado inmobiliario es uno de los sectores más sensibles al crédito. En España, no hay vivienda sin una hipoteca. Y si se encarecen los préstamos hipotecarios, como consecuencia de la actual política monetaria, lo normal es que la compraventa descienda y, posteriormente, que el precio de la vivienda baje. Así por lo menos se debería comportar el ciclo inmobiliario, pero esta vez que nadie espere un ajuste espectacular del precio de la vivienda en España. Según el Banco de España, no lo habrá porque hay un enorme desajuste entre la oferta y la demanda, que está provocando una resistencia a la caída de precios.

Será porque los efectos de la pandemia todavía están dando coletazos a la economía, pero el Banco de España incluirá, en su próximo Boletín Económico, la descripción de un enorme cuello de botella en el mercado inmobiliario. Según Lucio San Juan del departamento de Análisis de la Situación Económica, desde 2015 no se había producido un desajuste tan pronunciado entre la oferta y la demanda.

 

 

[Fuente El Economista]