¿Cómo debe enfrentarse una comunidad a un vecino moroso?

La vía diplomática y las opciones de pago solucionan en muchos casos el problema de impagos en la comunidad de vecinos. En caso de que no sea suficiente, la comunidad de vecinos puede optar de forma sencilla por el procedimiento monitorio.

 

Enfrentarse a vecinos morosos es una de las situaciones más problemáticas con las que puede encontrarse una comunidad de propietarios, y que puede llegar a causar estragos en las arcas comunitarias y en la economía de los demás vecinos. Si la vía amistosa no resulta efectiva para solucionar los impagos, el procedimiento monitorio es una vía fácil y rápida para reclamar la deuda.

Las comunidades de vecinos vieron en 2020 multiplicarse sus dificultades a consecuencia de la crisis. Al empeoramiento de la situación económica de muchas familias y al aumento de la morosidad, que subió un 5% en 2020 en relación con 2019, se sumó la imposibilidad de convocar juntas, debido a las restricciones sanitarias, por lo que se vieron imposibilitadas a tomar medidas para afrontar este y otros problemas comunes.

El impago de las cuotas de la comunidad por parte de uno o varios vecinos puede acabar repercutiendo no solo en las finanzas de la comunidad de vecinos, sino también en la cuota que pagan los propios vecinos, obligados en ocasiones a abonar mayores mensualidades y derramas para solventar la falta de liquidez.

En muchos casos, la morosidad no tiene otro motivo que la imposibilidad económica del vecino de afrontar los pagos. Por esa razón, es recomendable ofrecer la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo para el abono de las mensualidades pendientes que sea capaz de asumir: puede acordarse, por ejemplo, el aplazamiento de las cuotas hasta que mejore su situación económica, una reducción temporal de las cuotas o un plan de pagos que resulte viable.

 

[Fuente BurgosConecta]

 

 

 

Los agentes inmobiliarios prevén 550.000 ventas anuales de viviendas entre 2022 y 2025

La Asociación Española de Personal Shopper Immobiliario (Aepsi) estima 550.000 ventas anuales de viviendas en el periodo 2022-2025, debido al crecimiento del sector inmobiliario por la recuperación económica.

 

Las previsiones de Aepsi apuntan que para finales de 2021 se podrían alcanzar las 450.000 compraventas de viviendas en España. Además, los agentes inmobiliarios estiman un incremento del coste de los inmuebles sostenido en el tiempo, por lo que aseguran que es el mejor momento para comprar.

 

Las grandes urbes y la costa mediterránea, como Andalucía, Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid, son algunas de las zonas preferidas para los futuros compradores, concretamente de los inversores internacionales, ya que representan más de un 30%.

 

[Fuente Europa Press]

 

 

 

Las ‘proptech’ reinventan el sector inmobiliario

No es tarde para empezar a cambiar. Las proptech son la palanca necesaria para la transformación digital del sector inmobiliario y un acelerador de la innovación en un sector tan tradicional como este.

 

A diferencia de lo que ocurre en otros ámbitos como fintech y banca, las proptech no son percibidas como una amenaza, sino como una potente ayuda para el sector inmobiliario. Pero son aún muy desconocidas. España, sin embargo, no puede permitirse vivir sin ellas.

El ecosistema proptech incluye desde la financiación, la agregación de oferta inmobiliaria, el canal de venta con realidad virtual, la gestión de edificios o hasta el Tik Tok; incorpora IoT, big data, realidad virtual o aumentada, etc.

El futuro que ya está aquí. El mundo de los smartbuildings tiene unas espectaculares proyecciones de crecimiento: según el Fortune Business Insights se espera una aceleración desde los 68.000 millones de dólares de 2021 hasta los 265.000 de 2028, con una tasa de crecimiento anual estimado de casi el 22%. Este impulso tiene un triple origen: el nuevo foco poscrisis sanitaria en la salud y la concienciación sobre la necesidad de actuación sobre el cambio climático junto con la transformación digital y la necesidad de generación de eficiencias en costes.

 

[Fuente Cinco Días]

 

 

 

La pandemia convierte al sector residencial en principal activo de inversión inmobiliaria

La pandemia ha modificado el atractivo de los distintos activos inmobiliarios. El segmento residencial se convirtió el año pasado en el principal activo de inversión en el mercado inmobiliario, dejando claramente de lado a los que hasta ahora habían sido los activos estrella del mercado español, es decir, las oficinas o los locales comerciales.

 

La inversión en oficinas y en activos hoteleros ha sido tradicionalmente, y con diferencia, la de mayor peso en el sector inmobiliario comercial español, ya que entre ambas sumaban cerca del 50% del total, mientras que el segmento residencial comercial, el minorista y, sobre todo, el logístico, se situaban en un segundo plano, según señala un informe elaborado por CaixaBank Research. Pero llegó el Covid-19 y la inversión inmobiliaria se dio la vuelta, modificando el atractivo de los diferentes activos de este mercado.

En algunos casos para bien. Los activos minoristas se vieron beneficiados por el papel de los supermercados como abastecedores de bienes básicos para la población; el sector logístico, por el auge del comercio on-line; y los activos residenciales, por una combinación de factores más heterogéneos. Como señalan desde la entidad, el interés por las residencias de estudiantes se ha moderado por la expansión de las clases on-line y las residencias de la tercera edad han sufrido de primera mano el impacto de la crisis sanitaria, «pero el alquiler residencial ha recibido un nuevo impulso gracias a las iniciativas ‘build to rent’ y es evidente que la tendencia de las residencias de la tercera edad seguirá al alza, teniendo en cuenta los fundamentales demográficos del país».

De esta manera, durante el año pasado, los activos residenciales se convirtieron en el principal activo de inversión, representando el 28% del total de la inversión inmobiliaria, seguidos del segmento minorista (25%) y logístico (15%). En el lado opuesto se sitúan los que hasta entonces habían sido, precisamente, los activos estrella del mercado español. Con la llegada de la pandemia, el atractivo de las oficinas se desplomó por el avance del teletrabajo, los locales comerciales quedaron muy afectados por las restricciones y los hoteles sufrieron las consecuencias de una demanda en mínimos. En 2020, la inversión en oficinas y hoteles quedó por debajo del 20% del total.

 

[Fuente Bolsamanía]