Pandemia y Sector Residencial

La pandemia convierte al sector residencial en principal activo de inversión inmobiliaria

La pandemia ha modificado el atractivo de los distintos activos inmobiliarios. El segmento residencial se convirtió el año pasado en el principal activo de inversión en el mercado inmobiliario, dejando claramente de lado a los que hasta ahora habían sido los activos estrella del mercado español, es decir, las oficinas o los locales comerciales.

 

La inversión en oficinas y en activos hoteleros ha sido tradicionalmente, y con diferencia, la de mayor peso en el sector inmobiliario comercial español, ya que entre ambas sumaban cerca del 50% del total, mientras que el segmento residencial comercial, el minorista y, sobre todo, el logístico, se situaban en un segundo plano, según señala un informe elaborado por CaixaBank Research. Pero llegó el Covid-19 y la inversión inmobiliaria se dio la vuelta, modificando el atractivo de los diferentes activos de este mercado.

En algunos casos para bien. Los activos minoristas se vieron beneficiados por el papel de los supermercados como abastecedores de bienes básicos para la población; el sector logístico, por el auge del comercio on-line; y los activos residenciales, por una combinación de factores más heterogéneos. Como señalan desde la entidad, el interés por las residencias de estudiantes se ha moderado por la expansión de las clases on-line y las residencias de la tercera edad han sufrido de primera mano el impacto de la crisis sanitaria, «pero el alquiler residencial ha recibido un nuevo impulso gracias a las iniciativas ‘build to rent’ y es evidente que la tendencia de las residencias de la tercera edad seguirá al alza, teniendo en cuenta los fundamentales demográficos del país».

De esta manera, durante el año pasado, los activos residenciales se convirtieron en el principal activo de inversión, representando el 28% del total de la inversión inmobiliaria, seguidos del segmento minorista (25%) y logístico (15%). En el lado opuesto se sitúan los que hasta entonces habían sido, precisamente, los activos estrella del mercado español. Con la llegada de la pandemia, el atractivo de las oficinas se desplomó por el avance del teletrabajo, los locales comerciales quedaron muy afectados por las restricciones y los hoteles sufrieron las consecuencias de una demanda en mínimos. En 2020, la inversión en oficinas y hoteles quedó por debajo del 20% del total.

 

[Fuente Bolsamanía]