Hacia la extinción de las viviendas en alquiler: ¿Dónde han ido a parar las 150.000 casas que se han evaporado del mercado?

El inventario de propiedades disponibles en todo el país baja de forma exponencial y casi todos en el sector señalan un momento de inflexión: la Ley de Vivienda. Una lista de espera de 1.000 personas para un piso en alquiler.

 

Es la realidad que observan algunas agencias inmobiliarias en las grandes ciudades del país; otras ni siquiera llegan a eso porque directamente no tienen casas que ofrecer. No les entra producto nuevo de alquiler y sus escaparates albergan casi de forma exclusiva anuncios de compraventa -muchos, eso sí-. Las alarmas llevan tiempo sonando en el mercado de arrendamiento pero nunca como ahora se había dado tal nivel de pesimismo: «Cada vez hay menos casas y si la situación en España es grave, en Cataluña es gravísima», lamentan una y otra vez.

El inventario de propiedades disponibles en todo el país baja de forma exponencial y casi todos en el sector señalan un momento de inflexión: la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, de la que se acaban de cumplir dos años. En este periodo, el stock se ha reducido un 17%, mientras que otro estudio del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro, la Universidad Rey Juan Carlos y Sociedad de Tasación, calcula que se han evaporado hasta 120.000 unidades y que llegarán hasta 150.000 cuando finalice el año 2025.

La vivienda de alquiler ha entrado en riesgo de extinción y en el mercado sus efectos son cada vez más evidentes frente a una demanda que no deja de subir y ejercer presión. Los precios entre mayo de 2023 y abril de 2025 crecieron de media un 24%; los alquileres de habitaciones y los contratos temporales se han disparado y los inquilinos cada vez lo tienen más complicado para encontrar un lugar donde vivir. «El alquiler está entrando en el terreno de lo dramático. Ya no alquila quien quiere, sino quien puede. No es ya cuestión de tener una nómina estable, sino de que te elijan. Hay que superar un casting y casi resultar agraciado con una vivienda en alquiler, lo cual lleva a que muchas de esas casas no se publiciten con anuncios, sino que se gestionen off market. Cada vez encuentras menos propuestas en los portales inmobiliarios y eso genera una sensación de carestía mayor».

 

 

[Fuente «El Mundo»]