Condenado un propietario a retirar las modificaciones que realizó en su terraza, a pesar de que eran similares a las ejecutadas por otros vecinos

La  Audiencia Provincial de Madrid obliga a un propietario a devolver el cerramiento de la terraza de su vivienda al estado original, a pesar de que la reforma realizada era muy similar a las que otros vecinos de la comunidad habían llevado a cabo.

 

Sin embargo, en este caso, el propietario no contaba con la autorización de la junta de propietarios para realizar una modificación de los elementos comunes del edificio, a pesar de que conocía la obligación de solicitar primero dicho permiso, tal y como él mismo reconoció en una junta extraordinaria celebrada con posterioridad a la realización de la obra.

En consecuencia, al no haber contado con autorización de la comunidad y en aras de preservar la fachada del edificio respecto de alteraciones no autorizadas, la Sección Vigésima del tribunal provincial ha dictado sentencia (disponible en el botón ‘descargar resolución’) obligando al propietario demandado a deshacer la modificación de su terraza, consistente en cambiar el ladrillo original por uno de metal y vidrio.

Igualmente, la Justicia ha condenado a este vecino a asumir los costes de los trabajos necesarios para restituir la terraza y la fachada del edificio a su estado anterior a la ejecución de las obras no consentidas.

Este fallo judicial llega a raíz de que una comunidad de propietarios de Madrid demandase a uno de sus comuneros por realizar una alteración en los elementos comunes de la finca, concretamente en la fachada, sin haber solicitado ni recabado la previa autorización de la comunidad de propietarios para ello.

Dicho propietario instaló un cerramiento de carpintería metálica y vidrio en su terraza, retirando el cerramiento de ladrillo prexistente, e incorporó la superficie de la terraza al salón de la vivienda.

Los hechos fueron reconocidos por el propio vecino en una junta general extraordinaria celebrada a posteriori de que se hubiese realizado la obra, en la cual, según consta en cuya acta, el comunero reconoció no haber actuado correctamente, pero que lo hizo “a la vista de que hay otras viviendas que también lo tienen hecho”. Asimismo, en aquel momento, el propietario solicitó que la obra le fuera autorizada, mostrándose dispuesto a que se modificase su cuota o coeficiente en proporción a los metros añadidos a su vivienda, sin embargo, la propuesta fue rechazada.

 

 

[Fuente «Economist & Jurist»]