2026: Un mercado de la vivienda en máximos que sigue sin garantizar el acceso

La compra de viviendas crece con fuerza, pero buena parte de las transacciones corresponden a quienes ya tienen una vivienda. el gran reto en los próximos meses será impulsar la oferta para reducir las tensiones.

 

Rolling in the deep. Así se titula la canción de Adele que describe una caída que se prolonga en el tiempo, agravando un problema que se vuelve cada vez más profundo. Este es un canto que se asemeja a la crítica situación que atraviesa la accesibilidad a la vivienda en España y que se consolida como el gran desafío social y económico para el nuevo año 2026.

Al mismo tiempo que este problema se hace evidente, la actividad en el mercado bate récords, la demanda se fortalece y la compraventa firma su mejor año desde 2007: el sector inmobiliario despide 2025 con un balance que invita al optimismo porque sitúa a la vivienda entre los principales motores de la economía española. Hace casi veinte años que no se compraba tanta vivienda en España, pero al mismo tiempo, nunca ha sido tan difícil acceder a ella como ahora. Porque 2026 será un año que quedará marcado por un hecho histórico: por primera vez, los precios de compra y de alquiler alcanzarán máximos de forma simultánea a nivel nacional.

Más de 700.000 compraventas por primera vez en 18 años

La compraventa de vivienda ha sido, sin duda, la gran protagonista de 2025. Este ejercicio se cerrará con más de 700.000 operaciones, el mejor registro desde 2007, una cifra que supone alrededor de un 10% más que el año anterior. La media de casi 60.000 transacciones mensuales confirma que el mercado permanece en fase expansiva desde 2021, encadenando cuatro años de elevada actividad y consolidando un ciclo que se ha mostrado sorprendentemente resistente a la incertidumbre global.

Este dinamismo es el resultado de la convergencia de varios factores que han confluido con especial intensidad. El más determinante ha sido la normalización del flujo de crédito, hoy disponible en condiciones especialmente atractivas. A ello se suma una economía española más resistente de lo previsto, con un mercado laboral relativamente resiliente y una tasa de ahorro de los hogares muy sólida.

 

 

[Fuente «Expansión»]