Incógnitas Sector Inmobiliario

Se van despejando incógnitas sobre el sector inmobiliario

Ya tenemos estudios centrados el sector inmobiliario. Y muestran datos curiosos e inesperados. Por ejemplo que un 90 % de los trabajadores británicos han vuelto o planean volver en breve a la oficina, contradiciendo la opinión de que el teletrabajo se convertiría en predominante.

 

No voy a entrar en los motivos por los que los trabajadores – o sus jefes – prefieren que se trabaje en la oficina a que se haga desde casa, porque para mi lo importante es el dato y, sobre todo, su significado de cara a la inversión en el sector inmobiliario en general. Esta información tiene mucha más miga de la que parece y va más allá de si oficina sí u oficina no.

Hace ya varios meses, en mi newsletter «Los Cuadernos del Mercado» hice un análisis sobre cómo podría ser la evolución del mercado inmobiliario tras la pandemia. Y me planteaba tres cuestiones. La primera era si invertir o no en locales de oficinas. La segunda, qué pasaría con la inversión en vivienda, es decir, si la gente preferiría el chalet adosado para así poder salir al jardín si algún día volvieran los confinamientos, o si, por el contrario, volvería a estar más valorado un piso en el centro. La tercera era si el sector inmobiliario se vería tan beneficiado como las bolsas de la lluvia de dinero de los bancos centrales, puesto que, al menos hasta la fecha, no se había notado mucho. Y cuando digo las bolsas aclaro que no me refiero a la española, que es desgraciadamente un caso aparte por su mala evolución.

En aquel estudio respondía primero a la última pregunta porque es la más importante. Si no hay dinero para el «ladrillo», de poco sirve saber qué puede funcionar mejor. Mi respuesta de entonces fue que, aunque fuera con retraso, el sector también se vería beneficiado por la lluvia de millones del estímulo monetario. Se ha ido confirmando en Estados Unidos o el Reino Unido, algo menos en España. Pero ocurrirá. Aquí todavía hay mucho miedo a sacar el dinero de la cuenta corriente o el depósito y hasta hace poco han funcionado muy bien los fondos de renta fija. Pero ese dinero que está en depósitos y cuentas irá perdiendo el miedo. Y en un país con poca cultura financiera y mucha tradición inmobiliaria como España, irá a buscar rentabilidad al «ladrillo».

 

 

[Fuente El Economista]