La vuelta a las aulas agita el mercado inmobiliario
Los estudiantes universitarios y de posgrado ya están regresando de sus vacaciones para superar un nuevo año académico, que será muy diferente al anterior. De los casi 1,6 millones de jóvenes que se encuentran matriculados en las universidades y escuelas de negocios españolas, en torno a 494.000 harán sus maletas para desplazarse desde su ciudad de origen a otras provincias, según un estudio de la consultora Deloitte.
En este primer curso con una mayoría de población vacunada, los colegios mayores, las residencias y los pisos compartidos se rifan a los estudiantes que buscan alojamiento. La calidad de los servicios condiciona el coste mensual de esta oferta residencial.
“La búsqueda de la autonomía y la posibilidad, al mismo tiempo, de mantener una vida social y académica plena son las principales razones de los estudiantes para vivir en una residencia”, opina Álvaro Soto, consejero delegado de Grupo Movaral, promotor en el sector de residencias de estudiantes con más de 4.000 camas localizadas en España.
Soto confirma que “faltan plazas acordes con los estándares de calidad que buscan los jóvenes de hoy en día. Tanto las buenas instalaciones y servicios como elementos como el wifi juegan un papel importante a la hora de elegir residencia”. Su precio puede superar los 1.500 euros en función de su ubicación, el tipo de habitación (individual o doble) o la pensión (media o completa) elegida por el estudiante.