La tokenización: un cambio de paradigma en la inversión inmobiliaria
La evolución de los mercados financieros ha estado marcada por hitos que redefinen la forma en que se invierte. La aparición de los fondos cotizados (ETF), la digitalización de las acciones o la desmaterialización de los bonos son ejemplos de innovaciones que, en su momento, generaron escepticismo, pero terminaron consolidándose. Hoy, la tokenización de activos financieros representa un cambio de magnitud similar, con un impacto potencial profundo en la inversión inmobiliaria.
La tokenización consiste en representar digitalmente la propiedad sobre un activo mediante la emisión de tokens en una red blockchain. En el ámbito inmobiliario, por las circunstancias jurídicas y regulatorias, no se trata de fragmentar directamente los activos físicos, sino de tokenizar instrumentos financieros (por ejemplo, una acción, un bono o un fondo) que representen propiedad y derechos económicos sobre ellos. La representación digital de los instrumentos financieros permite mejorar la eficiencia en la distribución, aumentar la liquidez y reducir los costes operativos.
El sector financiero ya ha comenzado a adoptar esta transformación. Grandes bancos de inversión, gestoras de activos y otros operadores están explorando modelos que integren la tokenización en sus estrategias. La regulación también está avanzando, con iniciativas como el Régimen Piloto de la UE y la creación de infraestructuras de mercado especializadas en activos digitales.
La inversión inmobiliaria ante su mayor transformación
Históricamente, la inversión en real estate ha sido un pilar en la asignación de carteras institucionales, ofreciendo estabilidad y una descorrelación con los mercados líquidos tradicionales. Sin embargo, también ha presentado barreras significativas, como su alta iliquidez, ya que la compraventa de activos inmobiliarios es un proceso complejo, con tiempos de liquidación prolongados y costes elevados. Además, la accesibilidad es limitada, pues requiere tickets de inversión elevados, restringiendo la participación a inversores con capacidad de comprometer capital a largo plazo. Por otro lado, las estructuras de financiación resultan ineficientes, dado que la captación de capital por parte de promotores y gestores inmobiliarios depende de procesos burocráticos y vehículos tradicionales con rigideces estructurales.
La tokenización aborda estos desafíos permitiendo la emisión de activos digitales en mercados primarios y su posterior negociación en mercados secundarios especializados. De esta manera, se facilita la entrada de nuevos inversores y se optimiza la gestión de carteras inmobiliarias con una asignación más granular.
[Fuente «Funds Society»]