Hay 5 veces más compradores que vendedores: ¿Es el momento para vender?
El desequilibrio en el mercado se ha acrecentado tanto que la demanda de compra de viviendas quintuplica a la oferta existente. Las razones son varias, pero la consecuencia solo una: un mayor beneficio en las ventas. Así que sí, es un buen momento para vender, inclusive si no se consideraba tal operación, pues podría comportar la recuperación de las pérdidas causadas en la crisis de 2008.
Esta disparidad entre oferta y demanda se lleva acarreando en el país desde hace años, pero especialmente a partir de 2020. Con la crisis sanitaria, el deseo de compra quedó en el olvido, pero tras ella volvió a reactivarse, desencadenando un cúmulo de demandantes: aquellos que ya buscaban antes de la pandemia, los que desarrollaron su interés durante esta y los nuevos demandantes propios de cada año.
El mercado inmobiliario se encontró así con un volumen que no pudo asumir, y al que ahora se le suma un nuevo auge por la mejora del acceso a financiación hipotecaria.
Los tipos de interés de los bancos llevan meses bajando, movimiento que ha avivado la predisposición de compra, ya que las cuotas son más asequibles. Los datos de registros de compraventas de viviendas lo corroboran, pues durante estos mismos últimos meses no ha hecho más que aumentar.
Asimismo, la misma falta de oferta ha inclinado todavía más la balanza, pues, no solo han sido menos los propietarios que han sacado al mercado sus viviendas, sino que la construcción de nuevas lleva paralizada mucho tiempo, limitando así el aumento de dicho componente y eliminando aún más la posibilidad de competencia.
El futuro de los precios está enfocado en su encarecimiento, razón por la cual muchos propietarios están alargando el momento de venta para conseguir el máximo beneficio posible. No obstante, esta podría ser una estrategia fatídica.
En primer lugar, explicar que este aumento del precio de la vivienda se ocasiona por el crecimiento demográfico, la migración, la inflación, la gentrificación y la inversión en el sector del alquiler. Por tanto, el motivo no es la especulación, con lo cual, por el momento, no hay que temer a una nueva burbuja inmobiliaria.
[Fuente «La Vanguardia»]