Ni rastro de una nueva burbuja inmobiliaria, aunque los precios digan lo contrario
La vivienda no da tregua a los españoles. Su precio sigue disparado y ya es un 15,9 % más cara que hace un año. Esto supone que un piso medio de 80 metros cuadrados se ha encarecido casi 30.000 euros en un año.
En ese mismo mes, cinco comunidades autónomas han superado el precio máximo de compra alcanzado durante los años de la burbuja inmobiliaria: Andalucía, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Madrid. Además, el precio medio español se encuentra a menos de un 10 % de marcar máximos históricos. Pero, aunque pueda parecer que se va a dar una situación de burbuja, hay muchos indicadores que no son similares.
Acceso al crédito
Durante la burbuja de 2007 era habitual que las entidades financieras otorgaran préstamos hipotecarios sin suficientes garantías, llegando a financiar incluso más del 100 % del valor de la vivienda. Esto generó una deuda insostenible para miles de familias y desencadenó la posterior crisis inmobiliaria.
«Actualmente, las previsiones de las condiciones crediticias son considerablemente más estrictas. Los bancos han adoptado políticas mucho más conservadoras debido a las estrictas regulaciones del Banco de España y del Banco Central Europeo», explica el profesor de OBS Business School y director de Eurocofín, Carlos Balado, en su informe Mercado inmobiliario en España.
Por lo tanto, el común denominador es que las hipotecas no superen el 80 % del valor del inmueble, la exigencia de ingresos estables y garantías más sólidas por parte de los compradores. Esto reduce significativamente el riesgo de impago generalizado que caracterizó la crisis inmobiliaria anterior.
Mayor peso de la demanda real
Otra gran diferencia con respecto a 2007 es que, la demanda actual parece estar más impulsada por necesidades reales de vivienda y menos por la especulación desenfrenada. Si bien los inversores todavía desempeñan un papel importante en el mercado, muchos de estos inversores buscan viviendas como activo refugio o inversión a largo plazo, y no necesariamente para realizar ventas rápidas en busca de ganancias inmediatas, como ocurrió en el pasado.
[Fuente «El Debate»]