Los nuevos hipotecados huyen del euríbor ante la incertidumbre y arrastran los préstamos variables a mínimos de hace 3 años
El mercado hipotecario arde. La firma de créditos destinados a vivienda ha repuntado en mayo con una tasa de crecimiento superior al 54%, hasta un total de 42.274 operaciones. La particular batalla comercial que mantiene la banca en aras de dinamizar la demanda de crédito y compensar con un mayor volumen la caída del euríbor se nota en los costes de financiación tras colocarse por debajo del 3% por cuarto mes consecutivo, según recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el quinto mes del año se han formalizado hipotecas a un tipo medio del 2,9%, lo que supone su nivel más bajo desde febrero de 2023, cuando el Banco Central Europeo (BCE) apenas había arrancado el proceso de subida. Ahora que el aterrizaje está a punto de terminar -el mercado descuenta como mucho un recorte adicional de 25 puntos básicos- el tipo variable cede terreno otra vez. Ante el retroceso del euríbor -la referencia para las hipotecas- esta modalidad de crédito se ha ido replegando de manera paulatina de tal modo que apenas representa el 30,1% de las nuevas contrataciones en aras de las fijas, que rozan el 70%.
Para encontrar un comportamiento similar hay que remontarse a septiembre de 2022, momento en el que la proporción se situó en el 27,8% y en el 72,2%, respectivamente. El pago de la misma cuota a lo largo de toda la vida útil del préstamo había perdido fuerza durante el último ciclo alcista del precio del dinero (julio 2022-septiembre 2023), periodo en el que tradicionalmente la banca intensifica sus esfuerzos en potenciar la contratación de hipotecas ligadas al euríbor.
El punto de inflexión se produjo en marzo de 2024, mes en el que se cerraron casi el mismo porcentaje de fijas (52,5%) que de variables (47,5%9. Ahora, ante un escenario de política monetaria expansiva, la balanza se inclina de nuevo sobre el tipo fijo, que consolida su reinado. «Aunque el euríbor se ha reducido en los últimos meses, hace no tanto tiempo fuimos testigos de los fuertes repuntes del indicador y sus consecuencias sobre las hipotecas variables. El nuevo hipotecado tiene eso muy presente y busca seguridad», según explican los expertos.
La era de los intereses ‘ultrabajos’ dio un vuelco al tablero hipotecario. Esta situación insólita en la historia del sector financiero obligó a la banca a perfilar una nueva estrategia comercial que abriera paso al tipo fijo, una opción que se erigió como una de las pocas disponibles para mantener a flote los márgenes mientras el euríbor comenzaba a adentrarse en terreno negativo, en el que permaneció más de seis años.
[Fuente «La Información»]