Las hipotecas inversas vuelven a estar sobre la mesa como solución para completar la pensión de los mayores seis años después de que la banca española dejara de comercializarlas.

El Banco de España instó el pasado 3 de abril a utilizar este producto como una opción para volver «líquido» el patrimonio inmobiliario de las personas más longevas.

Sin embargo, la mayoría de las entidades españolas da la espalda a esta propuesta y asegura que, de momento, las hipotecas inversas ni están ni se les esperan a corto plazo en su catálogo de financiación. Excepto Bankinter. El banco que encabeza María Dolores Dancausa es el primero que se plantea la opción de comercializarla, ante la posibilidad «de ayudar a complementar los ingresos de una persona mayor»

Este producto consiste en que clientes de 65 años o más con vivienda en propiedad y pagada hipotequen un porcentaje de la misma para recibir liquidez con la que poder mantenerse económicamente el resto de su vida. El dinero se puede entregar en un único pago, a través de una renta vitalicia mensual o combinando las dos opciones. En este caso, son los herederos del inmueble quienes devuelven la deuda, bien asumiendo la hipoteca o bien, vendiendo la propiedad para zanjar el porcentaje empeñado.

Sin embargo, a la mayoría de las entidades españolas se les eriza el vello al oír hablar de estas hipotecas. La causa principal: más ladrillo. «El banco no quiere casas, las entidades hacen su dinero con el movimiento del dinero», asegura el responsable de hipotecas de un banco español a el Economista