¿Cómo se comportará el mercado inmobiliario hasta finales de 2019?
El creciente miedo a invertir en vivienda, el cual radica en la entrada en vigor de la actual ley hipotecaria, es uno de los factores que ha provocado que la compraventa de viviendas en España cayese casi un 19% este verano.
Según estudios del Gobierno y Fondo Monetario Internacional (FMI) se espera que la economía crezca a finales de año provocando que inversores se planteen la compra de inmuebles gracias a este buen momento sin embargo las personas con rentas más bajas encontrarán más dificultades para la financiación y por ende el acceso a la compra de vivienda.
Pese a ello, los expertos afirman que la inversión en vivienda será positiva en las capitales de provincias en porcentajes que atraerán a inversores extranjeros y nacionales.
Si hablamos de alquileres, el boom de precios de los pisos a arrendar no sólo se limita a las zonas céntricas sino que está avanzando a la periferia incluyendo zonas de rentas bajas.
Por otro lado, propietarios de segunda residencia cada vez optan menos por el alquiler turístico de la misma decidiéndose por su disfrute.
A pesar que la vivienda usada sea el principal motor de ventas y alquileres, cada vez las personas optan más por arriesgarse en una nueva vivienda y según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y junio la venta de casas de obra nueva creció un 7,4% al tiempo que las transacciones sobre vivienda usada descendieron un 1,6%.