España, la gran oportunidad de inversión inmobiliaria de Europa
A veces pensamos que emprender estrategias fuera de nuestras fronteras no sólo son más fructíferas, sino que además contribuyen a reforzar nuestro crecimiento y posicionamiento. Sería un error creer que esto no es así ya que todos conocemos los éxitos de la globalización económica iniciada a mediados del siglo XX, pero no debemos olvidar las opciones de creación de riqueza interna que un país ofrece.
Como motores de la economía nacional, somos responsables de identificar e integrar los propulsores de la innovación y la productividad y, por ende, del crecimiento a largo plazo. Así, la revolución tecnológica marcada por los avances de la IA el reto de la protección de nuestro entorno o las tendencias sociodemográficas, representan vectores de crecimiento que no escapan a la atención del sector inmobiliario y, en particular, del residencial.
España, con un volumen total de inversión inmobiliaria cercano a los 14.000 millones de euros en 2024, concentrándose el 31% en activos residenciales, se perfila como el país europeo más atractivo para la inversión inmobiliaria en 2025, seguido por Reino Unido y Francia. El sector residencial sigue acaparando el interés de los inversores gracias a un potencial reflejado en las oportunidades de consolidación de mercado, las expectativas de formación de casi cuatro millones de nuevos hogares en el periodo 2024-2039, el desarrollo de nuevos formatos de vida para atender las necesidades del cada vez más amplio espectro social (por ejemplo, residencias de estudiantes, alojamientos concebidos para la llamada silver economy¸ alojamientos para jóvenes profesionales que buscan algo más que sólo residir dando lugar a los flex living, alojamientos asequibles que promuevan el acceso a la vivienda respaldados o no por proyectos de colaboración público-privada), además de unos usuarios cada vez más concienciados con el medioambiente.
[Fuente «El Economista»]