Cómo detectar a los inquilinos que son morosos profesionales

El moroso profesional es un estafador que se hace pasar por inquilino para obtener un contrato de alquiler y dejar de pagar tras acceder a la vivienda. Se puede detectar a un moroso profesional mediante algunos indicios, como que pague varios meses por adelantado, que entregue documentación incompleta o que insista en dejar lo suministros a nombre del propietario.

 

La morosidad en el alquiler, por desgracia, sigue existiendo en España. El año pasado, los inquilinos dejaron a deber, de media, 7.608,34 euros, según el estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos en España en 2023, elaborado por el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, lo que supone un incremento del 0,85% con respecto al año anterior.

Sin embargo, es necesario distinguir entre aquellos arrendatarios que no pueden hacer frente al pago de la renta de forma puntual, por causas como la pérdida de un empleo o un gasto imprevisto, de quienes se dedican de forma profesional a estafar a propietarios para dejar de pagar después de firmar el contrato.

El moroso profesional es un “inquiokupa”, que, en lugar de acceder a una vivienda por la fuerza para su ocupación, como haría un okupa tradicional, lo hace a través de un contrato legal de arrendamiento para, al poco tiempo, dejar de pagar las mensualidades del alquiler. Desalojarlos se convierte en un proceso muy complejo, ya que conocen las artimañas legales demorar en el tiempo su expulsión.

La morosidad no solo supone un perjuicio para el propietario, que deja de percibir unos ingresos con los que contaba mensualmente y que además no puede disponer de su vivienda, sino que va en detrimento del conjunto de la sociedad, ya que desincentiva la oferta y dificulta el acceso a una vivienda.

 

Los 7 tips para detectar a un moroso profesional

Un moroso profesional es un estafador especializado en presentarse como el inquilino ideal. Sin embargo, existen una serie de patrones que se repiten en este tipo de casos y que pueden resultar de gran utilidad para identificarlos.

  1. SIN PROBLEMAS ECONÓMICOS Y CON PRISAS. Cuando un inquilino moroso trata con un propietario insiste en que tiene mucha prisa por entrar en la vivienda cuanto antes, generalmente con excusas como un traslado laboral o la matrícula de un hijo en un colegio. Lo hacen para tratar de que el arrendador se identifique con su situación e intente ayudarles. Además, aseguran que el dinero no es problema, y están dispuestos a pagar lo que corresponda, sin negociar bajadas de precio.

 

 

[Fuente «InmoDiario»]